Un nuevo grupo de suscriptores se reunió para visitar Sóller. Les acompañó Malena Mas, del Club, y fue ella quien repartió gorras rojas de Ultima Hora como obsequio. Con rigurosa puntualidad, a las 9:20 horas, se concentraron en la estación del Ferrocarril de Sóller para dirigirse a La Vall. El tren es parte importante de esta salida; su historia, algo romántica y muy cultural, dibuja un fantástico recorrido de vistas inmejorables hasta llegar al municipio. La climatología prometía una buena jornada. Comenzaba el viaje.
Malena describe cómo, por muchas veces que se admiren, «las fascinantes montañas de la Serra de Tramuntana, Patrimonio Mundial de la Humanidad desde 2011», dejan a uno sin aliento. «Paramos en el mirador para contemplar la vegetación y el paisaje, donde nuestros suscriptores realizaron fotos en grupo para tener un recuerdo», prosigue la compañera del Club.
Una vez en Sóller, cada uno por su cuenta tenía la oportunidad de visitar el Museo Modernista Can Prunera, aunque otros decidieron conocer el pueblo y, por supuesto, la iglesia de Sant Bartomeu que preside la plaza, que mezcla los estilos barroco, modernista, neogótico, e incluso, romántico. Su interior es sobrio, con tímidas pero bonitas vidrieras que nos invitan a relajar la mirada y a disfrutar de todos sus detalles. En el año 2003 fue declarada Bien de Interés Cultural.
Llegaba la hora de visitar el Port de Sóller, empezaba la segunda parte de la excursión y Malena lo resumía así: «Paramos para comer en el Restaurante Mar y Sol donde, como cada año y muy bien atendidos por el dueño y encargado Santi, nos realizan un menú muy bueno y de gran aceptación por nuestros suscriptores compuesto por arròs brut, medallones de cerdo con patatas y verduras, postre, agua y vino. Al terminarlo, realizamos un sorteo de premios para todos ellos, del que disfrutaron tanto ganadores como los que no se llevaron nada». A las cinco de la tarde regresaron a Palma. Un día completo.