Precedido por el Viernes Santo, el pasado 8 de abril un nutrido y alegre grupo de suscriptores salieron rumbo a León para disfrutar de cinco días con este fantástico viaje organizado por el Club del Suscriptor de la mano de la agencia manacorí, Viatges Canals.
A su llegada a León, fueron recibidos en el hotel, el primer gran acierto del viaje, según los comentarios de los suscriptores. Un establecimiento céntrico de cuatro estrellas que permitió a los viajeros, en sus ratos libres, realizar animados paseos por el centro de la ciudad.
En la primera jornada, tras desayunar en León, pudieron conocer parte de la arquitectura y cultura leonesa. Durante el recorrido guiado pudieron admirar los restos de la muralla romana, visitar la Casa de los Botines diseñada por Gaudí, la Torre del Gallo, la Basílica de San Isidoro y el barrio gótico. Ya por la tarde, después de un reponedor almuerzo, quedaron maravillados con la visita al Castrillo de los Polvazares, uno de los pueblos más hermosos de la comarca leonesa de la Maragatería, declarado conjunto histórico artístico y que conserva íntegra su arquitectura popular.
Los dos días siguientes dieron mucho de sí, siempre marcados por el buen ambiente del grupo. Para comenzar bien el día, iniciaron su recorrido por la Comarca del Bierzo de la que pudieron conocer su capital, Ponferrada, Las Médulas y Villafranca del Bierzo. Al día siguiente, llegó el paseo más esperado, el recorrido por los famosos Fiordos Leoneses del Riaño, un paseo único rodeado por las imponentes montañas leonesas, que dejó sin palabras a más de un suscriptor. Y para cerrar la jornada, un poco de historia, con un recorrido que incluía el Museo de la Minería y la Siderurgia de Castilla y León.
El final del viaje llegó con la visita guiada a Sahagún, una población del sureste de la provincia de León, etapa destacada del camino de Santiago y foco del arte mudéjar.
Además del extenso itinenario, hubo tiempo libre para mucho más: largos paseos por el centro y escapadas como la que realizaron algunos de los suscriptores al Pub La Lola de Manolo Quijano, el padre de los Café Quijano. También alcanzó el tiempo para disfrutar de la típica gastronomía de la zona: la cecina de León y el sabroso chorizo y salchichón de la región; unos productos que agradaron a todos.
El buen ambiente que reinó en todo momento y la buena organización del viaje, son motivos por los que vale la pena repetir este tipo de experiencias.