Fue el 27 de mayo cuando un grupo de suscriptores embarcaba en el puerto de Palma en un crucero que los llevaría hasta Barcelona
La llegada, que fue a media tarde, permitió dar un paseo por la parte de la ciudad más cercana al puerto, un recorrido que después comentarían ampliamente en la cena a bordo. Después un poco de música para bailar.
Al día siguiente, un guía local les esperaba para realizar una panorámica en autobús por los lugares más emblemáticos de Barcelona: la Sagrada Familia, las Ramblas, la plaza de Sant Jaume... A la hora de comer, el restaurante Fresco les esperaba con su espectacular buffet ataviado con productos frescos tal y como su nombre indica. Por la tarde, un poco de tiempo libre permitió a los cruceristas recorrer aquellas zonas que más les gustaron o que se quedaron en el tintero horas antes, como por ejemplo el parque de la Ciutadella.
Por la noche regresaron al barco para seguir disfrutando de las instalaciones y de la cena servida por un magnífico personal. Tras ello, el tradicional sorteo que premió a casi todo el mundo, tuvo lugar en una sala reservada para los suscriptores, donde pusieron en común las bonitas experiencias vividas durante el viaje.
El domingo, 28 de mayo, después de desayunar a bordo, el grupo se volvió a trasladar a la Ciudad Condal donde visitaron el centro histórico y comieron. Tras varias compras, sería ya a las 23.00 horas cuando debían estar de regreso en el barco para cenar y después partir al puerto de Palma.
Destacar que el crucero estuvo atracado en muy buen lugar, regalando unas vistas del puerto muy agradables.