Una aventura impresionante». Con estas palabras y así de contundente se mostró Fina Costa, directora del Club del Suscriptor de Ultima Hora, a la hora de describir el viaje transatlántico que recientemente ha realizado con un grupo de medio centenar de socios. Ella, en representación del Club, y Ricardo Alemany, de Halcón Viajes, han sido los encargados de atender y guiar al grupo a lo largo de este espectacular viaje de ocho días a Canadá. Tal ha sido el éxito, que un segundo grupo ha partido hacia el país tras la vuelta del primero. Antes de salir, los suscriptores se llevaron una sorpresa, puesto que recibieron una mochila de Ultima Hora que pudieron usar durante el viaje.

EL RECORRIDO
Este monumental país ha ofrecido paisajes tan espectaculares como el que brindan las Cataratas del Niágara, donde un barco les adentró hasta casi el corazón de las mismas, tanto que estremecía el ruido ensordecedor provocado por la caída del agua. Asimismo, ha llamado especialmente la atención de los suscriptores el contraste en la arquitectura de las diferentes ciudades. Es el caso de Ottawa, de inspiración inglesa con el Parlamento Canadiense de estilo neogótico como principal representante, o de Québec, una ciudad francófona con un encanto y estilo europeo único en el continente americano; en esta última, uno de los edificios más destacados y conocidos es el castillo Frontenac, aunque su pintoresco barrio Petit-Champlain también sorprendió muy gratamente al grupo.

El Parque de la Catarata Montmorency impresió, tanto o más que el Niágara, a todo el grupo, pues nada tiene que envidiarle con sus impresionantes caídas de agua de gran altura; además el parque estaba enriquecido por bellos parajes por los que pasearon y, en su recorrido, los puentes colgantes captaron la atención de los visitantes y pusieron los pelos de punta debido a su altura. Uno de los momentos más especiales y divertidos fue la visita a una de las tradicionales cabañas de azúcar de Canadá; en ella degustaron su típico jarabe de arce en forma de piruletas que hicieron al momento y visitaron los bosques en los que se produce este jarabe.

También en la cabaña disfrutaron de una comida tradicional cuya sobremesa estuvo marcada por la música del folclore típico del lugar con la que más de uno se animó a bailar. Toronto fue una de las primeras ciudades en la que hicieron una visita panorámica; en ella los rascacielos dominaban por completo el lugar, la torre CN, de 553 metros de altitud, competía con ellos. Visitaron Kingston, una importante localidad universitaria y militar, y Montreal, una de las ciudades de habla francesa más grandes del mundo, así como también realizaron un crucero para conocer el parque de las Mille-Illes, una de las zonas más bellas del río San Lorenzo, que llama la atención porque en cada una de sus islas hay una casa que se adapta a las peculiaridades del terreno. Este lugar suele ser de veraneo, pues acoge las residencias de verano de muchos canadienses.

ÉXITO ROTUNDO
Tras esta experiencia inolvidable, desde el Club han contactado con los suscriptores que se apuntaron al viaje de Canadá para preguntarles sobre su grado de satistacción. En este sentido, Fina Costa señaló que «todos nuestros suscriptores nos han puntuado, no solo con un diez, sino que ¡algunos nos ponían hasta un 12 o un 15! La gente ha quedado muy satisfecha con este viaje, tanto que la mayoría de ellos ya se han apuntado al gran viaje del próximo año: Kenia, una salida que, por increíble que parezca, ¡ya tenemos completa!».