No es la primera vez que el Club viaja a Castilla y León, por eso han repetido un año más aprovechando el pasado puente de Todos los Santos y acompañados por Juan Hernandez, del Club.
Todo comenzó en Madrid, donde aterrizaron y un autobús los recogió para visitar directamente San Lorenzo del Escorial; allí les recibió un guía local que les explicó la visita por el monasterio obra de Felipe II.
Después se dirigieron a Ávila con su majestuosas murallas y sus calles empedradas. Descubrieron la casa natal de Santa Teresa, así como la bonita catedral que viste la ciudad.
La noche de este primer día estaba prevista pasarla en la encantadora Segovia. Al día siguiente, obligada admiración al acueducto romano que corona la ciudad y que ha sido, es y será siempre digno de contemplar. Sin menos interés, también recorrieron la calle Real hasta la Catedral, y el precioso Álcazar de Segovia, del que cuentan que Disney se inspiró para el mágico castillo imagen de la multinacional. Después de comer el típico cochinillo visitaron La Granja de San Ildefonso con el palacio y sus cuidados jardines.
La siguiente parada fue en Salamanca, sede universitaria europea donde se encontraron con la famosa Casa de las Conchas, el puente romano, la Catedral y su plaza llena de ambiente donde degustar ricas tapas.
Alberca, conjunto histórico artístico en 1940, fue el siguiente emplazamiento del grupo en el que recorrieron atractivos rincones donde les envolvió su arquitectura.
Un día antes de finalizar el viaje conocieron León paseando por el barrio húmedo, lleno de bares y tascas; por la catedral gótica del s.XIII; el parador San Marcos y, para acabar, Astorga, una elegante población donde comieron cocido maragato y vino de la región.
El quinto día debían regresar a Madrid para volar a Mallorca, no sin antes visitar el Palacio Real, la Plaza Mayor, la Puerta del Sol y, tras el suculento almuerzo en Casa Juan, volver a casa.