Emirates Airlines fue la compañía aérea encargada de trasladar al numeroso y entusiasta grupo balear del Club del Suscriptor de Ultima Hora. Halcón Viajes fue la agencia organizadora, junto al propio Club del Suscriptor, que en esta ocasión contó con Fina Costa, la directora, como enviada especial a Kenia.
Nairobi sería el destino de llegada, en el hotel de 4* Southern Sun Mayfair Hotel. En este primer contacto con Kenia, el grupo necesitó descansar un poco y reponer fuerzas con un cóctel de bienvenida y una exótica cena en la que, quien quiso, pudo probar carnes como la de avestruz, entre otras.
Al día siguiente comenzaron las excursiones, todas ellas cargadas de panorámicas infinitas y de gran belleza salvaje. El Lago Naivasha fue uno de los primeros lugares que visitaron, un parque cuyo lago tiene unos 180 km2 a menos de dos horas al noreste de Nairobi. Es el lago más alto de toda la Cordillera del Valle del Rift. El parque se franquea por los montes Eburu y Longonot; por los acantilados Mau y la Cordillera de los Aberdares. Una vez concluida la visita, se alojaron en un hotel de la zona, donde almorzaron. Por la tarde, paseo en barco durante una hora y safari a pie por Crescent Island, una pequeña península en forma de luna creciente (de ahí su nombre). Emerge de un pequeño cráter volcánico y es un enclave perfecto para disfrutar de la avifauna de la zona, así como de gacelas y antílopes, las impresionantes manadas de ñus y cebras y, por supuesto, más de una jirafa e hipopótamo.
El quinto día arrancaría con un safari por el Lago Nakuru, un parque paradisíaco para los ornitólogos. En esta excursión pudieron ver desde pelícanos hasta los famosos y fotografiados flamencos rosados. También algún rinoceronte e incluso el esquivo guepardo. Después de comer, continuaron con el safari, visitando la Cascada Makalia y su mirador.
La siguiente jornada implicaba un viaje de más de 300 km hasta Maasai Mara, la parte keniata del Serengueti. Esta reserva es un auténtico lujo para ver de cerca la vida salvaje; además, en ella habitan los Maasai. Al describirla se habla de colinas, praderas, árboles solitarios, aguas de color marrón donde se refrescan los hipopótamos y rondan los cocodrilos. La auténtica Kenia salvaje y su vida animal se retratan perfectamente en este rincón abrumador.
La séptima jornada del viaje se centró en intensos safaris y el poblado Maasai.
Llegando al final del viaje, regresaron a Nairobi, a donde llegaron al mediodía para comer en el Karen Blixen Coffe Garden. Tras ello, visitaron la Casa Museo de Karen Blixen, visita obligada para los amantes de la película Memorias de África, basada en el libro de la autora danesa. Las horas antes de regresar al aeropuerto se destinaron a algunas compras en el Centro de Artesanía Utamaduni.