Del 23 al 27 de septiembre, casi cincuenta suscriptores disfrutaron de una majestuosa experiencia gracias al viaje de lujo organizado por el Club a la ciudad de Praga. Una nueva aventura, organizada al detalle de la mano de Halcón Viajes, en la que se aprovecharon al máximo cuatro días completos para descubrir los puntos más emblemáticos de la capital de la República Checa.
Después de un breve retraso en el vuelo de ida, llegaron a su destino pasada la media noche directo al hotel Eurostars Thalia a recuperar fuerzas. Este cómodo y lujoso establecimiento de 5 estrellas está ubicado en el centro de la ciudad, muy cerca del Puente de Carlos: el puente más antiguo de Praga que atraviesa el río Moldava de la Ciudad Vieja a la Ciudad Pequeña.
Al día siguiente, el grupo despertó con ganas de aprovechar el tiempo y descubrir la ciudad de Praga, tras un completo desayuno bufet que satisfizo a todos. El recorrido comenzó con la visita al Barrio Judío, incluido su sobrecogedor cementerio. Al finalizar esta visita, disfrutaron del almuerzo en el conocido establecimiento histórico U Fleku, la cervecería más antigua de la ciudad y lugar de nacimiento de la reconocida cerveza Pilsner o Pils.
Ya por la tarde, realizaron un paseo por la ciudad hasta la Plaza de Reloj, donde una multitud de visitantes espera cada hora que el Reloj Astronómico, situado en la fachada del Ayuntamiento, haga desfilar sus figuras tradicionales: el Turco, la Avaricia, la Vanidad y la Muerte, junto a los doce apóstoles. Este primer día se completó con un espectáculo de Teatro Negro, caracterizado por el uso de luces, mímica y acrobacias sobre fondo negro; una técnica iniciada en la China imperial que los checos revolucionaron. Al día siguiente, muy animados, se desplazaron hasta Cesky Krumlov, situada al sur de Praga y protegida por la Unesco. Una ciudad llena de encanto desde cuyo castillo, construido en el s.XIII, se observan las mejores vistas de este enclave medieval.
La aventura checa los llevó el jueves hasta la joya de la Bohemia Occidental. Karlovy Vary es un lugar hermoso que invita al paseo. La ruta hasta el centro de la ciudad bordea el río Ohre y transcurre entre destacados edificios de interés histórico y fuentes de agua medicinal. No en vano, Karlovy Vary es mundialmente reconocida por sus aguas termales y un entorno natural puro. De regreso a Praga, el barco Calypso ya esperaba a los suscriptores para iniciar una ruta por el río Moldava mientras estos degustaban rollitos de arenque, salchichas checas y otros suculentos platos tradicionales. Finalizada la cena, Helena; la guía que acompañó al grupo durante todo el viaje, descifró la historia escondida tras diversos edificios y puntos de interés situados junto al río. Esta travesía finalizó con un relajante paseo hasta el hotel que unos realizaron a pie y otros en los peculiares tranvías de la ciudad.
El último día visitaron el Castillo, su imponente Catedral y el famoso Callejón del Oro, llamado así en memoria de los orfebres que lo habitaron en el s.XVI. Las últimas imágenes de los tejados rojos de Praga desde el mirador del castillo y el almuerzo en el centro de la ciudad pusieron punto final a esta experiencia viajera.